Quiero empezar mi psicoanálisis

jueves, 19 de enero de 2017

¿Cómo evitamos la angustia? El desplazamiento en la vida cotidiana.

          
   
 Las ideas latentes y el contenido manifiesto se nos muestran como dos versiones del mismo contenido, en dos idiomas distintos, o,mejordicho, el contenido manifiesto se nos aparece como una versión de las ideas latentes a una distinta forma expresiva, cuyos signos y reglas de construcción hemos de aprender por la comparación del original con la traducción.

S. Freud. La interpretación de los sueños.



          Cuando estudiamos los sueños trabajamos los mecanismos que tiene el sueño para que lo inconsciente que se manifiesta siga oculto. Se disfraza de otras cosas por medio del desplazamiento, la condensación y la desfiguración. Estos mecanismos trabajan en equipo al servicio de la censura-consciente.

          A los estudiantes siempre trato de explicarles que estos mecanismos no son exclusivos del sueño, sino que se usan todo el tiempo en vigilia también (Ver: Conferencia sobre los sueños en el Ateneo de Madrid)

          La psique busca su manera de mantener un equilibrio, una homeostasis, que es lo mismo que decir que busca no angustiarse, no revolverse demasiado. Sabemos que las representaciones que son inasumibles las reprime, no así los afectos (ver: Cuánto le interesa el pasado al psicoanálisis) ¿No es eso acaso un desplazamiento? Lo mismo ocurre en un síntoma histérico, se desplaza algo de lo psíquico al cuerpo; en una obsesión, una representación se desplaza a una obsesión, por ejemplo con el orden y/o la limpieza; o en la fobia, donde el objeto real de terror se desplaza a otro más manejable. Todos estos desplazamientos median entre la representación real y el enlace falso por un hilo asociativo que hay que descubrir en cada paciente escuchando más allá de lo que se dice, más allá del síntoma, más allá de la queja, etc. 

          Lo que se esquiva en este proceso de desplazamiento, como decía en equipo con la condensación y la figuración, es la realidad, si bien, por suerte el neurótico no lo consigue del todo, entrando en conflicto con la realidad pero no obviándola. El psicótico por otro lado tiene más acierto en esta tarea y sus mecanismos esquivan la realidad: alucinaciones, delirios, fugas... Pensemos en como su realidad ha sido tan inasumible cuando se estaban creando las bases de sus estructuras psíquicas (la infancia) como para que la psique haya tenido que "salvarse" con esas herramientas.

          Y es que los mecanismos que usa la psique son lógicos, y esta es la parte importante, que según la realidad que le viene dada se inserta a través de sus figuras primordiales en ella y para mantener esa homeostasis, o dicho de otra manera, para no ser destruida creará una forma de hacer asumible esa realidad. Eso nos muestra lo importante que es el cómo se nos inserte en la cultura (civilización) y como sea el atravesamiento del Edipo.

          Si la psique es capaz de crear estos mecanismos es fácil entender que la realidad se ve a través del fantasma de cada uno, y que en la vida cotidiana se pondrá de manifiesto todo esto. Y si podemos desarrollar una mirada psicoanalítica podremos observar todo esto en el cuerpo, en la conducta y en el discurso de la gente. Somos seres simbólicos, es decir, habitamos el lenguaje.

          Lo veremos entonces en alguien que goza de endeudarse y piensa que alguien le va a salvar, ya sea el banco, la familia, los amigos, o Alemania (esto lo he escuchado), o que el dinero nunca se le va a acabar cuando la realidad le está diciendo claramente lo contrario, en quien es descuidado con algo o con alguien y al final, como le advirtieron lo pierde. Lo vemos también en personas que pelean contra todas las autoridades, profesores, jefes, policías... pero no se atreven a revelarse contra la figura real que es la paterna, es decir, todos sus actos "revolucionarios" están en realidad motivados por la necesidad de proteger al objeto real que les somete y que les produce un goce inconsciente. La actividad hostil y el odio se desplaza a las figuras de autoridad por un hilo asociativo con la figura real.

          Se escucha en discursos de la queja, donde de lo que se goza es de quejarse en sí y donde el problema serían las soluciones porque impedirían el goce de esa queja, se anularía el desplazamiento y se haría consciente la representación que corta el goce y genera angustia (a la queja le dedicaremos otro escrito). De esta manera aparece lo real, aparece el revolucionario sometido, el/la feminista machista, el amoroso odiador/sádico, el crítico envidioso, el ateo religioso, el quejoso que goza de lo que le pone mal, y un largo etc. 

          Una de las formas que yo uso para detectarlo es estar atento al sobredimensionamiento de los afectos y pensamientos. Cuando escucho a alguien que se esfuerza demasiado (y de hecho suena forzado) por ser positivo me transmite que está compensando lo contrario por ejemplo. Cuando a alguien le enoja sobremanera algo que no es para nada grave, pienso que de eso goza. Otra forma de reconocerlo, menos recomendable es que si se lo remarca a la persona, saltará muy rápido y muy fuerte, y claro, si está haciendo todo un acting (inconsciente) para ocultar algo y uno va se lo dice, evidentemente se alterará.

          Cuando se estudian las manifestaciones del inconsciente se nos hablan de actos fallidos, sueños, chistes, pero creo que es importante entender que el inconsciente se manifiesta en todo lo que hacemos y lo que somos. Para eso es este escrito para que pensemos en eso que nos está diciendo con lo que no nos dice (cuerpo, vestimenta, conducta.., todo es un discurso), porque esa es la forma de leer un síntoma, preguntarse, entre otras cosas, que está queriendo expresar.


Luis Martínez de Prado.   
Psicólogo - Psicoanalista - Formadoror

(+34) 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com
Skype: psicodinamika www.psicodinamika.blogspot.com

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