Quiero empezar mi psicoanálisis

domingo, 9 de julio de 2017

Herederos I


                  

          Los hijos para los padres también son una prolongación de su propio narcisismo, lo que le dan, de alguna manera se lo dan a ellos mismos también, es como el muñeco o la muñeca para el niño, que les viste desde su fantasía y esa fantasía es la que viven esos muñecos y no otra que la que el niño plantea para ellos. Los padres hacen lo mismo, desde el momento en que fantasean eso de: "Cómo serán mis hijos". Entonces algo (que es mucho) hay en los hijos que satisface algo de los padres (muchas veces inconsciente también), como un avatar de ellos mismos. Esto es necesario para que los hijos se inserten en la realidad pero a veces también les inserta de una manera que paradójicamente les impida su asiento en la realidad, de forma que eso que decía que se satisface de los padres en los hijos atenta contra el propio narcisismo y la propia vida de los hijos. No obstante, recordemos: "El psicoanálisis no echa la culpa a los padres."

          Los padres, evidentemente no quieren repetir en los hijos las penurias que han sufrido ellos (Ver: Jóvenes perdidos). Si ellos desearon tanto algo, tanto como lo que se desea lo que no se pudo conseguir, van a querer que los hijos lo tengan, si hay algo que les costó muchísimo conseguir, quieren que ellos lo tengan fácil. Aquí hay varios problemas, primero que, como cae de la propia frase, lo que se consigue no se valora igual que lo que no se consigue, y lo que se consigue fácil no se valora igual que lo que se consigue difícil. Es decir, que estos hijos no van a poder valorar de la misma manera lo de los padres porque no tienen la misma posición en una escena que tampoco es la misma. Aquellos padres pensarán: "Si hubiese podido estudiar aquella carrera podría haber llegado mucho más lejos, pero con18 años tenía que trabajar y no pude estudiar, pero si mi hijo tiene la posisbilidad de hacerlo podrá llegar donde yo no pude (podré llegar donde siempre he querido a través de él) y le daré (me daré) todo lo que haga falta para conseguirlo. El problema que la realidad de los padres no es la misma que la de los hijos como si fuera una partida de cartas donde las valencias de las cartas cambian según la escena y lo que eran ases para los padres sean treses para los hijos. Es que en la vida cuando se consigue el as ya no vale como un as porque el deseo siempre es deseo de otra cosa.

          Los padres siempre van a querer "eso" para los hijos, pero muchas veces no se dan cuenta de que ese "Eso", traducido a la realidad de los hijos sería darles lo que ellos puedan para que ellos puedan manejarse en su escenario y en su realidad desde su libertad, la cual la van a construir con las herramientas que los padres le han dado y esas herramientas las combinarán para generar nuevas herramientas que les ayuden en su empresa, y después les heredarán a sus hijos éstas para que ellos construyan algo nuevo, que no podrá ser lo mismo, y esto es lo importante a entender por los padres, que lo que los hijos construirán será siempre otra cosa y ellos tendrán que aprender que aunque ellos vean treses o cuatros, si los hijos consiguen manejar su libertad y realizarse, para ellos serán ases y reyes y los habrán construido también gracias a ellos.

          Seguiremos con este tema en: Herederos II


Luís Martínez de Prado.
Psicólogo / Psicoanalista / Formador.

Consulta: (34) 686 77 41 39 / psicodinamika@gmail.com / Skype: psicodinamika

www.psicodinamika.blogspot.com          

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